Un blog dedicado a la divulgación de la ciencia para aquellos interesados en aumentar su conocimiento en Física y comprender un poco más nuestro mundo.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Neptuno

El descubrimiento del octavo y último planeta del sistema solar es bastante curioso. A pesar de ser muy parecido a los demás gigantes gaseosos: Júpiter, Saturno y Urano; Neptuno tiene un diámetro menor que la mitad de los dos primeros pero es cuatro veces más grande que la Tierra.

A Galileo le pareció interesante que, una noche de 1613, la estrella que había estado observando por mucho tiempo, parecía haberse movido un poco. Quedó intrigado y decidido a escudriñar su posición las noches siguientes. Pero para su desgracia el cielo de Padua estaba cubierto de nubes por los días próximos y cuando por fin se despejó, la estrella había desaparecido. Fue hasta 130 años después que la estrella se volvió noticia en periódicos, academias, observatorios, etc. En 1845 y 1846 tanto franceses como ingleses pusieron su orgullo nacional en el descubrimiento de un nuevo planeta. Parecía que la órbita de Urano desobedecía las leyes de la gravitación universal, pero como es bien sabido, esto no era posible y había gato encerrado. ¿Qué era entonces? La órbita de Urano la estaba alterando otro planeta de gran masa que se estaba acercando a él.
Es entonces cuando dos físicos y astrónomos empezaron a estudiar las principales características del dichoso planeta, para que, cumpliendo con la ley de Newton de gravitación universal y las leyes de Kepler del movimiento de los planetas, se produjera exactamente la desviación de la trayectoria de Uranio. Adams se llamaba el inglés y Le Verrier el francés.
Los dos acertaron aunque Le Verrier acertó mejor que el inglés en la predicción de la posición en la que se vería el nuevo planeta el 23 de septiembre de 1846. En un grado de arco se equivocó Le Verrier y en tres el inglés.
Lo curioso resulta que en todo el show que se armó sobre el asunto, en el que se puso a juego el ardor patriótico, las dos personas que no participaron fueron sí, adivinaron: ADAMS Y LE VERRIER.
Ahora describamos un poco a Neptuno: es tan azul como Urano y ¿por qué es azul? Esto se debe al metano de su atmósfera que es donde se da el viento más fuerte de todo el sistema solar alcanzando los 2 mil km por hora. Tiene manchas, anillos, satélites y es muy posible que en su interior haya hidrógeno en estado metálico al estilo de Júpiter y Saturno.
Y si ahora ustedes se preguntan por qué se tardó tanto en descubrir Neptuno pues la respuesta es porque tarda nada más y nada menos que 164 años en darle la vuelta al Sol.


lunes, 9 de agosto de 2010

Supernovas

Como sabes las estrellas al igual que las personas, nacen, crecen y mueren. Las supernovas son explosiones ocurridas cuando una estrella de gran masa termina su evolución y su material se mezcla con el medio interestelar que puede dar origen a nuevas estrellas. Es allí donde se forman elementos más pesados que el helio (metales) y que por fortuna enriquecen el medio interestelar.
En nuestra Vía Láctea se dan con tanta frecuencia como en cualquier galaxia: una tipo I cada 36 años y una tipo II cada 44, más o menos. El resto de estrellas de la galaxia y el polvo interestelar impiden que veamos las supernovas apropiadamente.

Supernovas Famosas
• SN1054
• SN1987A
• SN1993J

Antes de nada, me gustaría explicar la nomenclatura y que no tiene nada de enigmático porque la SN significa supernova, la cifra siguiente es el año en que se describió y la letra final ordena el descubrimiento a lo largo de ese año, o sea, la letra A es la primera supernova descubierta el año indicado, la J la décima, etc.

La SN1054 no tiene letra final porque fue la única documentada no sólo de ese año, sino de todo el milenio. Fue descubierta el 4 de Julio de 1054 por un tal Yang Wei- Té. Los europeos debieron haberla visto porque estamos hablando de épocas oscuras en las que el cielo, era inalterable y punto. Lo que queda de aquella supernova, que fue una tipo II, es una espléndida nebulosa, llamada El Cangrejo por su forma, situada en la constelación de Tauro a unos siete mil años luz.


La SN1987A tuvo lugar la noche del 23 de febrero de tal año, nuevo siglos después de la antedicha. Ocurrió muy cerca de nosotros, en la Gran Nube de Magallanes, que es una galaxia pequeña e irregular vecina nuestra. Todos los grandes (y pequeños) telescopios del hemisferio sur apuntaron a la Gran Nube de Magallanes.
La supernova se descubrió en el observatorio de Las Campanas en Chile. Lo que interesaba a muchos físicos eran los neutrinos, porque se debían detectar en las instalaciones subterráneas y les darían pistas esenciales sobre ellos mismos y sobre el mecanismo de la explosión de una supernova tipo II a la que aquella, sin duda alguna, pertenecía. La estrella que había explotado no era una supergigante roja (como se creía) sino una supergigante azul. Muy raro. El máximo de luz se produjo el 20 de mayo, es decir, casi tres meses después de la explosión.



La tercera supernova es la SN1993J y lo curioso es que la descubrió el 28 de marzo de 1993 un gallego aficionado a la astronomía llamado Francisco García Díaz. Es la segunda supernova más brillante tipo II observada el siglo pasado.

jueves, 15 de julio de 2010

The Known Universe

The Known Universe es un video del National Museum of Natural History, que nos lleva desde lo alto de los Himalayas a través de nuestra atmósfera y el resplandor crepuscular del Big Bang. Un recorrido por las estrellas, planetas, cuásares, galaxias. El universo más latente que nunca.

lunes, 12 de julio de 2010

El núcleo atómico

"No conozco una forma mejor de vivir que dedicarse a conocer la naturaleza" - Napoleón Bonaparte


Para los biólogos la biología es la madre de todas las ciencias, no es de sorprenderse pues que para los físicos, nucleares sobre todo, el núcleo atómico sea precisamente el centro del universo.
Como sabemos el átomo tiene un centro que es el núcleo. Allí dentro intervienen tres fuerzas (o cuatro, ya hablaremos de eso más tarde) y los nucleones (que son los protones y neutrones) se mueven al dictado de todos los demás. Entender el núcleo es bastante complejo, pues no solo intervienen varias fuerzas sino que no hay centro alguno que ordene o mande, así que aquello se complica. Y ahora que entramos a la mecánica cuántica sería bueno recalcar que en este tema no se trata con certezas, sino con probabilidades. Sí, probabilidades que nos ayudarán a saber donde se localiza el endiablado electrón, que bien puede estar en cualquier parte.


Ustedes se preguntarán cómo es posible que las ecuaciones clásicas sean capaces de predecir el movimiento de un tren y que la mecánica cuántica no pueda predecir el movimiento de un simple electrón. Es entonces donde entra el principio de indeterminación.


Si queremos determinar a qué velocidad exacta va un electrón, hay que olvidarse de saber dónde se encuentra. Y si queremos saber en dónde está exactamente, se podrá saber siempre y cuando no tengamos idea alguna de qué velocidad lleva. Lamento decirles que así funcionan las cosas. Pero no todo está perdido, porque si sabemos el tamaño que tiene el átomo o el núcleo, por lo menos ya sabemos que en esa región está la partícula que sea. Gracias al principio de indeterminación, se puede saber aproximadamente (como ya dije la mecánica cuántica trata con probabilidades) a qué velocidad se mueve. Y eso es importante en muchísimas ocasiones.



"Ver un mundo en un grano de arena y un cielo en una flor silvestre, tener el infinito en la palma de la mano y la Eternidad en una hora." - William Blake